La nutrición es una de las bases más importantes para la salud holística, ya que literalmente "ERES LO QUE COMES"; pues todas las células de tu cuerpo y tu sangre están constituidas de la materia alimenticia.
La visión convencional de la nutrición nos lleva a creer que un alimento es nutritivo por su composición de carbohidratos, lípidos, proteínas, vitaminas y minerales; lo cual es verdad, pero a medias.
La visión holística de la nutrición nos enseña que un alimento es nutritivo no solo por su composición química, sino por su contenido de energía vital; lo que es de gran importancia, ya que esta energía vital es la que se encarga de dar vida y equilibrar todas las funciones del organismo.
Alimentos muertos son las proteínas y grasas de origen animal (Carnes, Huevo, Lácteos), harinas y azúcares refinados, alcohol, vitaminas y sustancias sintéticas.
Alimentos vivos son las plantas y vegetales, frutas y verduras, cereales integrales, granos y semillas; preferentemente en estado crudo o casi crudo, al vapor, y de origen orgánico.
Existen sustancias que también pueden provocar efectos perjudiciales al ser consumidas en exceso; por ejemplo la sal, el café, el té, el chile, los condimentos y especias, así como sustancias medicamentosas sintéticas o naturales, minerales o herbales.
Es importante comprender que los hábitos alimenticios son herencia de la cultura del sistema humano, y que muchas de nuestras creencias sobre la alimentación pueden ser falsas y perjudiciales.
Si no existen síntomas de enfermedad, la dieta debe modificarse de manera gradual conforme nuestra voluntad lo permita, y debe modificarse de manera radical si YA existe alguna enfermedad aguda o crónica.
Lo ideal sería mantener una dieta vegetariana vitalista casi estricta, resistiendo voluntariamente a los alimentos que sabemos nos hacen daño.